04/06/2020

Oficinas: ¿Cómo adaptarnos a la nueva normalidad?

Si bien el home office ha demostrado ser efectivo, tarde o temprano volveremos a los espacios de trabajo, que tendrán aún más valor como lugar compartido donde socializar y encontarse con el otro. Pautas para hacer de las oficinas espacios saludables.

Por Patricia Ibañez, Arquitecta Proyectista en ESARQ.

Cuando regresemos a los espacios de trabajo, será todo menos volver a la normalidad. Trabajando desde casa hemos desarrollado nuevas habilidades sobre cómo trabajar virtualmente. 

Está comprobado que el home office puede ser productivo, pero la mayoría de las personas quieren regresar al lugar de trabajo; éste no solo sigue siendo importante, sino que puede serlo más todavía. 

La pandemia ha demostrado que realmente extrañamos a las personas. Anhelamos la interacción y una experiencia laboral compartida. Esto no solo está cambiando las expectativas de cómo trabajamos, sino que está cambiando el papel del espacio de trabajo.

Las oficinas dejaran de ser un lugar donde las personas simplemente van a trabajar y se convertirá en un lugar donde las personas quieran encontrarse, socializar, producir y crear conjuntamente. Será un lugar de convocatoria grupal reforzando las relaciones.

El diseño de los espacios de trabajo debe cambiar para respaldar este nuevo rol con nuevos tipos de espacio que nos conectan entre sí y al trabajo grupal de apoyo. Este nuevo diseño debe reforzar la cultura, la misión y el propósito de las organizaciones, dando a cada empleado una comprensión de cómo su trabajo contribuye al todo cuando están presentes y cómo los incluye incluso cuando trabajan desde casa.

El nuevo lugar de trabajo debe ser un lugar donde el diseño pueda impulsar comportamientos saludables y las personas puedan sentir que su trabajo y su bienestar personal son valorados. 

Los pasos como quitar el exceso de asientos, instalar estaciones de desinfección o lavado de manos y colocar marcadores de piso cada 2 metros para distanciamiento social pueden fomentar nuevos comportamientos. 

Estos pueden incluir salas privadas para atención, reunión o llamadas telefónicas; áreas semiprivadas para individuos o equipos pequeños; áreas de brainstorming con pizarras, entre otros.

Desde ESARQ creemos que la situación que estamos atravesando cambia los paradigmas de diseño de oficinas y nos hace repensar la manera de proyectar y analizar cuál es la mejor forma de hacerlo.  Nuestro trabajo es ver cómo lograrlo, reforzando la tecnología, invirtiendo en ser flexible, colaborativo y móvil.

En este sentido, definimos esta serie de pautas, que van evolucionando de acuerdo al avance del conocimiento de los efectos de la pandemia  y que se aplicarán de acuerdo a los requerimientos concretos de cada cliente.

PLANIFICACIÓN A CORTO PLAZO:

  • Repensar la densidad para priorizar el distanciamiento físico.
  • Planificar escenarios escalonados para regresar al trabajo.
  • Identificar trabajadores esenciales y vulnerables.
  • Reconfigurar espacios flexibles.
  • Reconsiderar el uso de áreas con puestos no asignados.
  • Introducir el trabajo por turnos.
  • Designar salas de aislamiento.
  • Planificar e implementar protocolos de limpieza.
  • Pantalla de ingreso a la oficina.

PLANIFICACIÓN A LARGO PLAZO:

  • Repensar layout y equipamiento.
  • Calidad de aire.
  • Tecnología.
  • Tratamiento de residuos.

GALERIA: